Venerable Hermandad y Antigua Cofradía de la III Orden de los Servitas de Nuestra Señora de los Dolores,
Santo Entierro y Cristo de la Buena Muerte
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Parroquia de Santiago Apóstol



sábado, 26 de marzo de 2016

Crónica Viernes Santo 2016

Amanecía en Gibraleón, y al igual que el año pasado, bajo el primer albor de un cielo neutro, prácticamente despejado...¡Que raro! Prolongándose esa estabilidad durante toda la jornada, marcando lo que sería una ilusionante y esperada Estación de Penitencia. Era Viernes Santo.
Un Viernes Santo especial, ya que como todos sabemos vivimos la efeméride del 75º Aniversario de la Bendición de la Imagen de Nuestra Señora de los Dolores, por ello, la Estación de Penitencia sería de lo más emotiva y peculiar, quedando para los anales de la historia de nuestra querida Hermandad.
El entusiasmo se hacía patente desde primeras horas de la mañana, donde en el más antaño emplazamiento cofrade de Gibraleón, se reunían los hermanos para practicar unas buenas horas de convivencia y fraternidad previa a la salida de Nuestro Cortejo Procesional.
A las 17:00 horas, como es habitual, corbatas de luto se citaban en Santiago, daba comienzo el segundo día de Triduo Pascual, recordaban que Cristo había muerto por la salvación de todos nosotros.
Un año más, todo pintaba a pedir de boca, como caído del cielo, y así fue. Caída ya la noche, cuando el ocaso comenzaba a hacerse presente, en torno a las 20:30 horas desde la Mayor de Santiago la cruz de guía cruzaba el dintel del pórtico del templo. Comenzaba nuestra ansiada Estación de Penitencia 2016.
Cientos de personas abarrotaban el extenso área de la plaza de Santiago, así como, el paso de la cofradía por la Avda. Costitución, esperando para contemplar lo que es una penitencia especial, diferente, y recibir el sabor añejo y clásico de su caminar. El luto, el recogimiento y la solemnidad, marcaban las características innatas del presente en la localidad olontense.





Hermosura y elegancia serían las palabras para describir como estaban los pasos engalanados para la ocasión. A paso pausado y con el más verdadero silencio romántico asomaba en primer lugar Cristo de la Buena Muerte en un monte asilvestrado: espinos, calas, iris, claveles, rosas.., a continuación lo haría Cristo Yacente exornado con friso de iris morados, con el drama de ver a Cristo muerto, pero muy bien acompañado y velado por su madre Ntra. Sra. de los Dolores con rosas blancas en el frontal y rositas de pimini con antirrinums en los costeros, que recibía el atardecer de su villa en tercer lugar, y tras Ella, numerosos fieles y devotos la seguirían durante todo el recorrido.
La comitiva transcurrió con total suntuosidad y normalidad, bajo el más estricto de los protocolos. Llegó la hora del barrio... de la belleza en la bajada de Tenerias y el esplendor de la subida de Violines, dos lugares muy característicos de la Hermandad, que recogía un ambiente lleno de personas que observaban perplejos el incansable trabajo de los costaleros/as.
Alrededor  de la 01:00 horas los cuatro zancos del paso de palio de Ntra. Sra. de los Dolores se posaban en el piso bajo las majestuosas bóvedas del templo parroquiano de Santiago Apóstol, dando por concluida la procesión, y poniendo el broche final a la Semana Santa "panturrana".
Cabe destacar, que en esta ocasión la primera levantá del paso de Cristo Yacente fue realizada por D. Antonio León, hijo del famoso imaginero autor del mencionado Cristo D. Antonio León Ortega, todo un honor haber podido contar con su presencia. Así mismo, el paso de palio fue elavado a la gloria del Viernes Santo por un Hermano de la cofradía, que como el bien dice: "Esta levantá va por mi Fran, para que la Virgen lo proteja y lo guarde siempre", y es a su familia a quienes desde estas líneas brindamos y mostramos todo nuestro apoyo en sabiendas que nos tendrá a su disposición siempre que lo necesite.




Además,el paso de Cristo de la Buena Muerte portaba la novedad de la restauración y plateado de las antiquísimas cartelas de plata y la adquisición de cuatro fanales de cristal y metal plateado. El cuerpo de Cristo Yacente fue cubierto con una nueva mantilla de encajes, y Nuestra Madre de los Dolores portaba un tocado de encaje (s. XIX).
Acabada la Procesión, tanto trabajo y sacrificio realizado durante todo un año, quedó reflejado en los presentes con llantos lleno de emoción, felicitaciones, júbilo... en definitiva, todo aconteció como todos soñábamos. Desde el respeto, con compañerismo y responsabilidad volveremos a afrontar el próximo año ese nuevo reto, el cual este año se ha cumplido con creces gracias al esfuerzo y dedicación de la Junta de Gobierno, Colaboradores y Hermanos. A todos Ellos, mil gracias por hacernos soñar despiertos. Sin embargo, esto no acaba aquí, en este año tan especial nos quedan muchos actos por realizar, muchos reconocimientos y honores a la dulce Imagen de Nuestra Madre Dolorosa en su 75º Aniversario, por ello, os animamos a participar en todos ellos y que Nuestros Amantísimos Titulares os guíen en vuestro caminar.
No cabe más, como no podía ser menos, que agradecer a la Banda de Carrión de los Céspedes y al Trío de Capilla Gólgota su ejemplar trabajo y dedicación, quienes pusieron los sones musicales.
Especial mención se merece los artífices de dicha consecución, quienes verdaderamente hacen un Viernes Santo grande y ostentoso, los costaleros/as y sus respectivos cuerpos de capataces, que sin ellos nada sería posible. Gracias por vuestro sacrificio bajo las trabajaderas de vuestros amantísimos Titulares.

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