Venerable Hermandad y Antigua Cofradía de la III Orden de los Servitas de Nuestra Señora de los Dolores,
Santo Entierro y Cristo de la Buena Muerte
_____________
Parroquia de Santiago Apóstol



lunes, 21 de abril de 2014

Crónica del Viernes Santo

El Viernes Santo en Gibraleón es un espacio reservado y exclusivo, en cuanto a la Semana Santa Olontese se refiere... es simplemente especial.
Amaneció con la singularidad que le caracteriza, atmósfera nublada, así aconteció toda la jornada.... "Es Viernes Santo".
Tarde de oficios. A eso de las 17:00h daba comienzo el 2º día de Triduo Pascual. Corbatas de luto se citaban en Santiago, recordaban que Cristo había muerto.
Un año más, llegaba como caído del cielo, con la esperanza de poder culminar una salida procesional que el pasado año por  motivos meteorológicos no se pudo realizar. Pero en esta ocasión, todo salió a pedir de boca, se cambiaron las lagrimas de lamentos y decepción por las que marcaban los rostros alegres, y la Venerable y Antiquísima Hermandad Servita se echó a las calles de su localidad.
Las previsiones eran muy halagüeñas, como venía siendo habitual durante toda la semana, por lo que la corporación con sede canónica en la Parroquia de Santiago Apóstol procesionó, al fin.
Hermosura y elegancia serían las palabras para describir como estaban los pasos engalanados para la ocasión. 
20:30h. Caía ya la noche, con nostalgia y recogimiento, cuando el cielo comenzaba a comerse a la luna, se abrió el pórtico reverso de Santiago y la cruz de guía se abría paso entre la multitud allí presente, que esperaban con muchas ganas y ansias el cortejo cofrade, tras dos años sin verse. A paso pausado y con el más verdadero silencio asomaba en primer lugar Cristo de la Buena Muerte en un monte asilvestrado: espinos, calas, iris, claveles, rosas, antirrinums.., a continuación lo haría Cristo Yacente exornado con friso de iris morados, con el drama de ver a Cristo muerto, pero muy bien acompañado y velado por su madre Ntra. Sra. de los Dolores con rosas blancas en el frontal y cónicas de clavel blanco en los costeros, que recibía el atardecer de su villa en tercer lugar, y tras Ella, numerosos fieles y devotos la seguirían durante todo el recorrido.
La comitiva transcurrió con total normalidad, tras cánticos saeteros llegó la hora del barrio... de la belleza en la bajada de Tenerias y el esplendor de la subida de Violines, dos lugares muy característicos de la Hermandad, que recogía un ambiente abarrotado de cientos de personas que observaban perplejos el incansable trabajo de los costaleros/as.
En torno a la 01:00h finalizó la procesión, poniendo el broche final a la Semana Santa "panturrana", una semana marcada por la melancolía y la añoranza, y en la que desde estas líneas brindamos y mostramos todo nuestro apoyo a esa familia que pasa por unos momentos muy difíciles.
Además, como no podía ser menos, agradecer a la Banda de Carrión de los Céspedes y al Trío de Capilla Gólgota su ejemplar trabajo y dedicación, quienes pusieron los sones musicales.
Especial mención se merece los artífices de dicha consecución, quienes verdaderamente hacen un Viernes Santo grande y ostentoso, los costaleros/as, que sin ellos nada sería posible. Gracias por vuestro sacrificio bajo las trabajaderas de vuestros amantísimos Titulares.


No hay comentarios:

Publicar un comentario